HOMILIA DEL BAUTISMO DE JESÚS
HOMILIA DEL BAUTISMO DE JESÚS
7 DE enero de 2024
Jesús vivió treinta años en silencio. Empieza la vida pública. El pueblo judío vivía una profunda crisis religiosa. Sentían la lejanía de Dios. Pensaban que Dios les había olvidado. Pero era posible el encuentro con Dios. La llegada de Jesús de Nazaret va a transformar todo.
En Jesús se manifiesta el Espíritu que ha descendido sobre él. Jesús se dedica a curar la vida, a transformarla y hacerla más humana. Sin el Espíritu la confianza en Dios desaparece, se debilita la fe. Jesús queda reducido a un personaje histórico. Nuestra fe se puede convertir así en una ideología. El Amor se enfría y la Iglesia puede terminar siendo una institución más.
Sin el Espíritu que baja a Jesús en el día de su bautismo, la alegría del cristiano desaparece, la celebración es una costumbre y una tradición. No hay comunión, ni comunidad. La esperanza se convierte en desesperanza, y vivimos una vida llena de miedos. Ser cristiano en esta situación es algo mediocre y gris.
Necesitamos el Espíritu para fortalecer la fe. Tenemos que ser signo de esperanza para el mundo de hoy. Necesitamos el espíritu para ser signo de solidaridad ante el egoísmo del mundo de hoy.
Todos sabemos que tenemos que cambiar, “año nuevo, vida nueva”. Es necesario convertirnos cada día más a Dios. Pero a pesar de nuestro deseo de cambio con frecuencia volvemos a lo de siempre.
El bautismo de Jesús encierra un mensaje nuevo que nos puede ayudar a cambiar. El bautismo de Jesús nos lleva al amor de Dios y con el Espíritu podemos empezar a cambiar nuestras vidas. Con Cristo se abre el cielo nuevo y brota amor y paz que vienen de Dios.
A pesar de nuestros pecados, el cielo ha quedado abierto. A partir de aquí, nuestra historia no será algo que sólo hay que purificar constantemente, sino que Dios nos regala la dignidad de ser hijos de Dios. Entonces, nuestra vida estará llena de buenos momentos, porque desde el bautismo de Jesús, podemos vivir nuestra fe con gozo y esperanza.
Dios nos ama como padre, porque es el que ama; Jesucristo que se bautiza con Espíritu Santo, es el amado y el que vendrá, el Espíritu de la verdad es el amor. Celebremos con autenticidad el bautismo del Seño y después de este tiempo de navidad, iniciemos el tiempo ordinario con un auténtico espíritu de conversión. El Señor nos bendiga a todos nosotros y todas nuestras familias.
Braulio Carlés
Párroco San José Artesano