HOMILIA 4º DOMINGO DE ADVIENTO.

En estos días muchos cristianos se olvidan de prepararse para la Navidad. Están muy atentos a las comidas y cenas navideñas. Están muy atentos al consumismo. El Adviento ha desaparecido y especialmente este cuarto Domingo que coincide con el día veinticuatro de Diciembre.

Pero Dios ha cumplido la promesa que nos ha dado a través del profeta Isaías. “la Virgen está en cinta y da a luz un hijo y pondrá por nombre Enmanuel”. Está promesa se cumple en María. Juntamente con Juan son los dos modelos en el Adviento para aprender a vivir la Navidad y para aprender a ser verdaderos cristianos.

María pregunta “¿Y cómo será eso si no conozco varón?”. María es el modelo y prototipo de la Iglesia. Es esa mujer humilde que escucha a Dios con confianza y está llena de alegría. María también nos enseña a nosotros a escuchar a Dios. ¿Qué pide para mi vida?

Al igual que a María nos dice lo siguiente:

  1. “ALEGRATE”. María escucha a Dios. Nosotros también tenemos que escuchar a Dios. Hay que escuchar a Dios para recuperar la alegría. Es verdad que en gran medida tenemos una iglesia envejecida y a veces nos deja triste al ver como la comunidad envejece y vamos siendo pequeñas comunidades. Parece que Jesús ya no es buena noticia. Si no tenemos alegría la fe pierde frescura. No hay amistad, ni cordialidad. Nos falta la corrección fraterna y nos sobran críticas entre unos y otros. Es cierto que falta la alegría en nuestras comunidades. Nos falta fe, nos sobra críticas. Nos falta alegría y tenemos que recuperar la paz interior en tiempos de conflictos y de guerras.

 

  1. EL SEÑOR ESTÁ CONTIGO. Tenemos que tener confianza en Dios. No estamos huérfanos. Dios es nuestro Padre y siempre está con nosotros. Dios nos acompaña. Dios busca siempre nuestro bien. Está a nuestro lado. Muchas personas están desorientadas. Puede que a veces también nosotros. Contamos con su comprensión. El no nos abandona. Se va a encarnar, se va hacer hombre. Va a ser uno más entre nosotros y quiere entrar en nuestros corazones. No nos abandona. No puede abandonarnos.

 

  1. NO TEMAS. Por eso nos dice no temas María. No temas fulanito, fulanita. Tenemos miedo. Miedo a un futuro incierto. La vida, la situación actual no lleva a caminar sobre las aguas como Pedro y decirle al Señor que nos hundimos.

 

Tenemos que caminar con esperanza. Tenemos que ser sanos en nuestras vidas. Tenemos que recuperar la confianza en Dios. También el Señor nos dice “no temas”.

 

  1. DARAS A LUZ UN HIJO. El mundo está a oscuras. Nos toca a los cristianos poner luz en la noche. Es necesario hoy más que nunca sembrar esperanza. Hay muchas personas que están buscando a Dios. Nuestro ejemplo como buenos cristianos puede ayudarles a descubrir al único que puede hacerles salir de su oscuridad.

Hoy tenemos comunidades pequeñas y humildes. Tenemos que ayudar desde nuestras comunidades fraternas y sanas en la construcción de un mundo más humano para todos. Hay quien puede pensar qué ante este mundo ¿dónde está Dios?  Sin embargo, Dios está más cerca que nunca de nosotros. Como hemos dicho en otras ocasiones, Dios no está en crisis. En todo caso somos nosotros los que nos hemos despistado del camino.

Necesitamos recuperar y despertar en nosotros la confianza en Dios y sabernos acogidos por él. Dios es un Dios cercano. El está con nosotros. María nos sirve de modelo y ejemplo, siempre, pero especialmente en la Navidad. Superemos los consumismos y el cuidado excesivo de las comidas y cenas navideñas y procuremos que Dios nazca en nosotros y en quien nos rodea en este mundo convulso. Sigamos el ejemplo y el servicio de María.

Braulio Carlés

Párroco San José Artesano