32 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

PRIMERA LECTURA

Lectura del libro de la Sabiduría:

Radiante e inmarcesible es la sabiduría, la ven con facilidad los que la aman y quienes la buscan la encuentran. Se adelanta en manifestarse a los que la desean. Quien madruga por ella no se cansa, pues la encuentra sentada a su puerta. Meditar sobre ella es prudencia consumada y el que vela por ella pronto se ve libre de preocupaciones. Pues ella misma va de un lado a otro buscando a los que son dignos de ella; los aborda benigna por los caminos y les sale al encuentro en cada pensamiento.

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL

R/.   Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío:

V/.   Oh, Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,

         mi alma está sedienta de ti;

         mi carne tiene ansia de ti,

         como tierra reseca, agostada, sin agua. R/.

        V/.   ¡Cómo te contemplaba en el santuario

                  viendo tu fuerza y tu gloria!

                  Tu gracia vale más que la vida,

                   te alabarán mis labios. R/.

        V/.   Toda mi vida te bendeciré

                  y alzaré las manos invocándote.

                 Me saciaré como de enjundia y de manteca,

                  y mis labios te alabarán jubilosos. R/.

        V/.   En el lecho me acuerdo de ti

                  y velando medito en ti,

                  porque fuiste mi auxilio,

                  y a la sombra de tus alas canto con júbilo. R/.      

SEGUNDA LECTURA

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses:

No queremos que ignoréis, hermanos, la suerte de los difuntos para que no os aflijáis como los que no tienen esperanza. Pues si creemos que Jesús murió y resucitó, de igual modo Dios llevará con él, por medio de Jesús, a los que han muerto.

Esto es lo que os decimos apoyados en la palabra del Señor: nosotros, los que quedemos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que hayan muerto; pues el mismo Señor, a la voz del arcángel y al son de la trompeta divina, descenderá del cielo, y los muertos en Cristo resucitarán en primer lugar; después nosotros, los que vivamos, los que quedemos, seremos llevados con ellos entre nubes al encuentro del Señor, por los aires. Y así estaremos siempre con el Señor.

Consolaos, pues, mutuamente con estas palabras.

Palabra de Dios.

EVANGELIO

Lectura del santo Evangelio según san Mateo:

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos esta parábola:

«Se parecerá el reino de los cielos a diez vírgenes que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del esposo. Cinco de ellas eran necias y cinco eran prudentes. Las necias, al tomar las lámparas, no se proveyeron de aceite; en cambio, las prudentes se llevaron alcuzas de aceite con las lámparas. El esposo tardaba, les entró sueño a todas y se durmieron.

A medianoche se oyó una voz:

«¡Qué llega el esposo, salid a su encuentro!».

Entonces se despertaron todas aquellas vírgenes y se pusieron a preparar sus lámparas. Y las necias dijeron a las prudentes:

«Dadnos de vuestro aceite, que se nos apagan las lámparas».

Pero las prudentes contestaron:

«Por si acaso no hay bastante para vosotras y nosotras, mejor es que vayáis a la tienda y os lo compréis».

Mientras iban a comprarlo, llegó el esposo, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas, y se cerró la puerta. Más tarde llegaron también las otras vírgenes, diciendo:

«Señor, señor, ábrenos».

Pero él respondió:

«En verdad os digo que no os conozco».

Por tanto, velad, porque no sabéis el día ni la hora».

Palabra del Señor.